Saca la varilla de aceite, la limpias con un paño o papel blanco y revisas como está el aceite, esto dice mucho de un motor.
Si tiene cualquier irregularidad o el nivel muy bajo, desconfía de la compra. Revisa de la misma forma el estanque de agua del radiador.
Prende el motor y escúchalo por un buen rato.
Lleva un destornillador o implemento similar y pones la punta en el block y el otro extremo en tu oreja. Escucha detenidamente cada cilindro.. que suene parejo, que no hayan sonidos metálicos, irregularidades en el ralentí, etc.
Revisa la caja con las pruebas de rigor.
Maneja el auto, en subidas, bajadas, a baja y ojalá también a alta velocidad en carretera o autopista, a velocidades mayores algunos autos delatan fallos que no se sienten a velocidades bajas. Hace un par de giros doblando el volante completo a un lado y al otro. El manejo es la prueba más importante, que tenga fuerza, que frene bien, que no hayan ruidos o irregularidades en la dirección, etc.
Mira bien el compartimiento del motor, revisa mangueras y estado general de todo lo que esté a la vista, batería, alternador, motor de partida, correas, filtros, fluidos, etc.
Métete por debajo del auto y mira detenidamente buscando fugas de aceite u otros fluidos, piezas con desgaste excesivo, etc.
Abre todas las puertas y revisa el marco de las mismas, a ver si no ha sido reparado por choque. Bajo el capot lo mismo. Míralo desde todos los ángulos a ver si no se ve doblado. Desconfía de pintura nueva, siempre es mejor comprar auto usado con pintura original, sino no sabes que fue lo que le repararon.
Ante cualquier duda, lo llevas a un mecánico que le mida compresión a cada cilindro y vea detalles que a ti se te puedan pasar.