Hace un año me compré mi Peugeot 207 trendy 1.4 bencina del año 2008. Fue mi regalo de Navidad después de mi primer año de trabajo y al mismo tiempo mi primer auto.
Lo compré con 57.000 kmts. Y tras varias consultas en foros como este comencé a hacerle mantenciones y reparaciones para no tener problemas.
Al principio se le quemaron un par de ampolletas y me quise morir pensando que iba a ser un cacho. Afortunadamente nada pasó además de eso.
A un año de uso le he hecho lo siguiente:
- cambio de aceite y filtro tres veces
- cambio de filtro de aire y de polen
- cambio de bujías
- cambio kit de distribución y correa de accesorios
- cambio pastillas de freno y discos de freno delanteros
Todas han sido preventivas. Porque no tenía idea cómo lo habían tratado los dueños anteriores. En relación al rendimiento, me rinde 18 por litro a 90 km/h o incluso un poco más. Pero a 120 baja a entre 13 y 15. En ciudad debe rendir entre 10 y 12 dependiendo del pie con que lo maneje.
A día de hoy tiene 76.000 kmts. Hemos andado 19.000 aprox. Estuvimos en Las Grutas (2000 kmts.) en Chiloé (1200kmts) Y esta nota la escribo desde un hotel de mala muerte en Montevideo, Uruguay, donde nos vinimos con mi auto a pasar las fiestas.
Primero estuvimos unos cuantos días en Buenos Aires, donde llegamos desde Temuco tras 1650 kmts. A Montevideo son 650 más. Y aquí estamos, saliendo ahora hacia unas playas de la costa norte (Cabo Polonio, Valiza, etc)
Se ha portado de manera excepcional en el viaje. La correa de distribución y la de accesorios las cambié de manera preventiva a propósito de este viaje.
Estoy muy conforme con mi auto. Me queda todo el camino de vuelta que calculo serán unos 2.600 kmts y volveré con más de 80.000.
Esta nota más que nada es un tributo a él, por lo feliz que me ha hecho, por cumplir este sueño de todo amante de los autos de conducir miles de kilómetros y disfrutar en cosas que otros odian.
Tener auto más que un cacho, un lujo o un gastadero de plata, para mi es un privilegio, un disfrute que se vive día a día y que te lleva a tomarle cariño al auto hasta que se convierte en una extensión de ti, hasta que llegas a conocerlo y, algo que nunca me había pasado, te lleva a escucharlo y saber si le pasa algo o está normal.
Tal ha sido mi nivel de satisfacción que lo pondré a la venta para comprarme otro peugeot, el 208 diésel, porque a este ritmo, necesito cambiarme al petróleo.
Estimados que tengan unas felices fiestas, que sigan disfrutando de la pasión de tener auto o estar en busca de uno, pasión que desde hace un año vengo compartiendo y que sé que va a acompañarme el resto de la vida.
Ya les contaré cómo fue mi retorno a Temuco.
Juan