Vengo a comentar que, viendo los notables resultados que han demostrado estos parlantes 6x9 Nakamichi, mañana iré al Sodimac a comprar los de 16 cms. (Nakamichi NSE1617). Por apenas $24.990 imagino que también darán una gran mejora al sonido del auto. Eso sí, para instalarlos se requieren espaciadores, pero creo que podré solucionar eso de otra forma (si resulta bien, mañana comparto la idea).
Aprovecharé también de realizar los orificios al chasis con taladro para afirmar los 6x9, puesto que hoy los revisé desde la maleta y sin ningún esfuerzo los pude mover y levantar, lo que significa que la bandeja no los está apretando contra el chasis (no sé cómo será en otros autos, pero aquí los parlantes van atornillados en el chasis y luego se cubren con la bandeja (¿o quizás sería más apropiado llamarlo cubierta?).
Chasis en el que se atornillan los parlantes:

Bandeja/cubierta que se coloca encima del chasis de los parlantes (saqué la foto de noche, por lo que se ve poco):

Que bueno que quedaste conforme con el resultado y por un precio B, trata de perforar para asegurarlos de arriba hacia abajo , al menos en 3 puntos con eso basta y colocales las tapas que trae tu vehículo para que no se vean que los cambiaste así no hay intentos de robo.
No sería muy estético sacar las tapas originales y colocar las que venían con los nuevos parlantes, puesto que se verían espacios vacíos y se perdería la "sobriedad" de esa parte del vehículo (me gusta mucho más como se ve ahora, bien bajo perfil). Ahora con el argumento que das sobre un posible robo, termino de descartar totalmente la idea de utilizar dichas tapas.
Exactamente, Nakamichi y Marantz eran lo mas top high end de los 70 y 80 y los que la llevaban en desarrollo de alta fidelidad, es raro y una lastima que todas esas marcas hayan desaparecido, Nakamichi, Akai, Sansui, Technics, Fisher, Altec Lansing, JVC, Yamaha y otras que están a medio morir saltando ni siquiera tienen pagina web o hacen otras cosas, todas las marcas generalistas tenían una división de alta fidelidad, Sanyo, Sony, Kenwwod, parece que todas se rindieron al avance coreano punchy punchy de 24.500 megawatt que en realidad deben ser como 80 watts de potencia real.
Hablo desde la ignorancia total en este ámbito histórico, pero me atrevo a aseverar que esa época coincide con la masificación del uso de amplificadores de estado sólido (los que usan transistores) en desmedro de los valvulares. Después de una estrepitosa y accidentada aparición de los amplificadores de estado sólido en la década del 60', durante los 70' se reinventaron y entraron con fuerza en el mercado, principalmente por:
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Menores costos de fabricación, y por ende, de precio de venta al usuario final.
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Mayor robustez: los amplificadores valvulares son muy frágiles mecánicamente: una caída, un uso en frio (es decir, sin permitir que el filamento de la válvula alcance una temperatura óptima de operación) o un encendido sin estar totalmente frío el filamento después de usarse (similar a la precaución que debe tomarse con los proyectores) podían dañar inmediatamente la válvula. Los transistores de estado sólido son mucho más resistentes en esos aspectos.
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Menor peso-
Mayor potencia: las válvulas de altos niveles de potencia (ejemplo, 50W o superior) eran bastante caras, mientras que transistores de 100W como el 2N3055 costaba apenas un par de dólares (y hoy cuestan mucho menos). Además que para aumentar la potencia de los amplificadores de estado sólido, basta con reformular la fuente y los disipadores y añadir transistores de potencia en paralelo a la salida, lo que permite que dichos amplificadores alcancen grandes niveles de potencia, en magnitudes inviables tanto práctica como económicamente para la tecnología valvular.
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Mejor rendimiento energético: Los amplificadores valvulares, sobre todo los de 50W o menores eran de clase A; es decir, la válvula trabajaba en todo el ciclo de la señal y mucha de la corriente consumida se disipaba en calor (alrededor del 75% se desperdiciaba, y el porcentaje aumentaba en la medida que más bajo fuese el volumen de salida), lo que además reducía notablemente la vida útil de la válvula. En cambio, en los amplificadores transistorizados no es mucho más caro de implementar una clase AB que una A (nuevamente, apenas unos dólares más). En la clase AB, hay dos clases de transistores y cada uno de ellos se encarga de amplificar un semiciclo. Es decir, mientras uno amplifica, el otro está apagado, y al momento de tener que amplificar el segundo semiciclo, el segundo transistor enciende y el primero se apaga, "descansando" así cada transistor la mitad del ciclo. Esto permite reducir la energía disipada en calor y mejorar la eficiencia hasta un 50% aprox. Todo eso sin contar que en la década de los 80' aparecen nuevas clases de amplificador como la clase D, G o H en las cuales la eficiencia del primero ronda el 90%, siendo esta casi de un 97% en la H (estas clases requieren disipadores diminutos o incluso en algunos casos pueden prescindir totalmente de ellos, puesto que los transistores solo trabajan en corte y saturación, por lo que el calor emitido es ínfimo -en las clases A, B o AB los transistores trabajan en la sección activa, lo que es sinónimo de disipación en forma de calor-).
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Señal de salida más fiel y similar a la de entrada: Al contrario de lo que se pueda pensar, los amplificadores valvulares no entregan a la salida una señal "pura", sino que la válvula añade armónicos a la señal de entrada, lo que influye en el sonido final. Si se busca una señal que represente de la forma más fiel posible la señal de entrada, entonces se debe escoger un amplificador de estado sólido, porque los valvulares no son sinónimo de fidelidad; al contrario, las válvulas "colorean" el sonido; les añaden frecuencias que la señal original no poseía (aunque en parte es por esta razón que hay muchos guitarristas de renombre que siguen prefiriendo amplificadores valvulares, o incluso válvulas específicas).
Por esas y varias otras razones, los amplificadores de estado sólido fueron desplazando a los válvulares. A su vez, es de suponer que hubieron empresas que se reinventaron y migraron de tecnologías, mientras que otras, con cierto recelo, adoptaron los amplificadores valvulares como su estandarte, defendiendo como gato de espaldas este concepto (varias de ellas no prosperaron; imagino que más de alguna de las que mencionaste por esta razón), iniciando allí entonces la pugna que hasta el día de hoy sigue siendo la base de gran cantidad de discusiones:
¿Amplificador a válvulas o transistores?En lo personal, me cruzo mucho con músicos y audiófilos, por lo que opté por lo sano en ese aspecto... Se dice que en la mesa no se habla de política, religión ni futbol. Con el tiempo aprendí que a esa lista debo agregar el tema de amplificadores de estado sólido y valvulares; en estos menesteres me percaté que, más que razones, los intervinientes solo defienden posturas y ninguno de ellos está dispuesto a ceder, y por lo mismo, tampoco lograran convencer al otro, por lo que es tiempo perdido entrar en esas conversaciones.