Además, salio de bajo el agua andando, conducido por un buzo y con un snorkel en la entrada del aire. Cuando salió del agua y después de viajar 600 km de barro y nieve (donde en el camino ayudó a sacar a varios explorer y troopers atascados), llegó a la capital donde se le realizaron los cambios de fluidos, sólo por prevención. Actualmente el auto se usa para repartir pan en los alpes y recorre 500km diarios de nieve, barro y empinadas subidas.
Todo lo anterior gracias a que el dueño siempre usó aditivos para proteger su auto.