Yo tuve un Nissan Laurel 2.4 GLS, año 89, automatico, muy rico auto, elegante y muy comodo, lo que nunca me gusto era como se sentia el rodar de las ruedas delanteras, era muy dura para el tipo de vehiculo, incluso con algunas mantenciones y cambios de algunas piezas no se suaviso y cuando pasaba por un pequeño evento, se sentia como palo, lo demás nada que decir, corria, ufff, claro que una acelerada y me quedaba sin calcetines, jejejeje.