La verdad es que hay varios que andan bien perdidos con el tema. Lo primero es que ciertamente SÍ existen testimonios históricos No cristianos de la existencia de Jesús, principalmente de los autores Flavio Josefo, Tácito, Suetonio y Plinio el Joven.
Acá algunos extractos de Wikipedia, (Me da paja buscar fuentes más eruditas, pues se trata de historia y, por tanto, relativamente indiscutida, aunque con excepciones):
Las referencias históricas no cristianas sobre Jesús de Nazaret complementan a las judías, a los evangelios, y al resto de los libros del Nuevo Testamento y de los escritos cristianos apócrifos. La alusión directa más antigua no cristiana a Jesús de Nazaret se encuentra en la obra de Flavio Josefo Antigüedades judías (escrita hacia los años 93-94), más de medio siglo después de la muerte de Jesús (alrededor de 30). Todavía en el siglo II las menciones son pocas. Ninguna de ellas aporta información sustancial para conocer la vida o el mensaje de Jesús de Nazaret, pero sí sirven para documentar su existencia histórica.
Mucha información se perdió durante la prohibición del cristianismo primitivo y el incendio de Jerusalén.The New Encyclopaedia Britannica (1995) afirma: «Estos relatos independientes demuestran que en la antigüedad ni siquiera los opositores del cristianismo dudaron de la historicidad de Jesús, que comenzó a ponerse en tela de juicio, sin base alguna, a finales del siglo XVIII, a lo largo del XIX y a principios del XX».Las Antigüedades judías son una crónica del historiador judeorromano Flavio Josefo que narra la historia del pueblo judío de una manera razonablemente completa. Los intereses de Flavio Josefo —entre ellos, ganar la simpatía de Roma hacia los judíos— lo llevan, sin embargo, a minimizar las noticias que pudieran resultar conflictivas.
Josefo no menciona a los líderes del pequeño grupo de cristianos (Pedro y Pablo) ni a María, la madre de Jesús. Sin embargo, dos párrafos tratan directamente de Jesús:
En el capítulo 18, párrafos 63 y 64 se encuentra un texto denominado tradicionalmente testimonio flaviano (Antigüedades judías, 18:3:3):
Por aquel tiempo existió un hombre sabio, llamado Jesús, [si es lícito llamarlo hombre], porque realizó grandes milagros y fue maestro de aquellos hombres que aceptan con placer la verdad. Atrajo a muchos judíos y a muchos gentiles. [Era el Cristo.] Delatado por los principales de los judíos, Pilatos lo condenó a la crucifixión. Aquellos que antes lo habían amado no dejaron de hacerlo, [porque se les apareció al tercer día resucitado; los profetas habían anunciado éste y mil otros hechos maravillosos acerca de él.] Desde entonces hasta la actualidad existe la agrupación de los cristianos.
Antigüedades judías18:3:3.La autenticidad del fragmento ha sido cuestionada filológicamente e historiográficamente. Aunque no faltan quienes defienden la autenticidad de este texto, la mayoría de los historiadores y filólogos no consideran que sea auténtico, al estar plagado de interpolaciones cristianas.
En el capítulo 20 se menciona indirectamente a Jesús al relatar la muerte de su hermano Jacobo Santiago (contracción del latín Sanct’ Iagus, esto es, san Jacobo):
Ananías era un saduceo sin alma. Convocó astutamente al Sanedrín en el momento propicio. El procurador Festo había fallecido. El sucesor, Albino, todavía no había tomado posesión. Hizo que el sanedrín juzgase a Santiago, el hermano de Jesús, [llamado Cristo]y a algunos otros. Los acusó de haber transgredido la ley y los entregó para que fueran apedreados.Antigüedades judías, 20:9:1.
Esta cita ayuda a datar la muerte de Santiago, hermano de Jesús, en el año 62. El texto del capítulo 20 es filológica e historiográficamente más consistente que el testimonio flaviano. Coincide formalmente con el estilo de Josefo, y parece poco probable una interpolación cristiana por la falta de énfasis hagiográfico.
Plinio el Joven, entre los años 100 y 112 escribió una carta al emperador Trajano preguntándole acerca de cómo debía conducirse hacia los cristianos, y las medidas que como gobernador tomó contra ellos (Plin. J., Epist. X, XCVI, C. Plinius Traiano Imperatori), especialmente parágr. 5, 6 y 7:
5
praeterea male dicerent Christo... 6 <Hi> quoque omnes et imaginem tuam deorumque simulacra venerati sunt et Christo male dixerunt... 7 quod essent soliti stato die ante lucem convenire, carmenque Christo quasi deo dicere...
5...
Y que además maldijeran a Cristo... 6 Éstos todos veneraron tu imagen y las efigies de los dioses, y maldijeron a Cristo... 7 (dijeron) que acostumbran reunirse al amanecer y cantan un himno a Cristo, casi como a un dios)Este testimonio deja claro que se transmite literalmente de las declaraciones, reafirmaciones o retractaciones de los propios imputados de cristianismo, y en él un magistrado romano se hace eco tres veces de Cristo como persona real y objeto de culto de una secta.
*La historicidad de Jesús, tiene bases fuertes pues hay relatos no cristianos que la ratifican, si a ello sumamos los evangelios oficiales y los apócrifos, como que el tema no resiste mayor análisis.
Otra cosa es el tema de la crucifixión. Por de pronto no me imagino el nacimiento de una religión tan importante como el cristianismo sin el martirio de Jesús, o sea su muerte. Los martirios suelen ser ejemplos que motivan después políticamente o religiosamente a los seguidores de los mártires. La historia esta llena de ejemplos. No creo que sea necesario explayarse en eso. No veo por donde hubiese podido nacer el Cristianismo sin la muerte de Jesús.
Dudar de la muerte de Jesús me parece más bien alimentar otro bodrio que seguro escribirá Dan Brown y teorías conspiracionistas que existen acerca de todo aquello sobre lo que se pueda elucubrar una conspiración: Hitler murió en Argentina de viejo; los Ovnis son nazis; Paul McCartney murió y Elvis está vivo...
