Hay mucho sacerdote aperrado que está en terreno, digamos.
Yo conocí varios Jesuitas, y Franciscanos, que en un día habrán ayudado a gente necesitada más que yo toda la vida.
El tema es que vende más, la farándula de la Iglesia Católica.
Y peor aún, la cantidad de casos de abusos a menores de personas que deberían existir para proteger a los niños, no violentarlos.