La economía de libre mercado es justa y democrática siempre y cuando los que la aprovechan paguen lo que deben pagar.
La economía y el mercado son instrumentos, son objetos, son creaciones humanas. Por ende no tienen sentimientos, como tampoco por sí solas pueden logar objetivos que se puedan cualificar.
Ahora, la herramienta no hace más que lo que el que la usa quiere. Si el mercado impide el crecimiento de los montishulos, en favor de los monticellos, es porque quien está usando dicho instrumento quiere que así sea. Y por qué en desmedro: son rubros similares, pero la ley permite uno, y al otro no.
De tal manera, que libre mercado no puede ser, cuando alguien regula cierta actividad económica y la restringe a un cierto grupo.
Lo que se debe hacer en este caso, es lo que indica Andrés: permitir y regular la actividad.