Si me preguntas por mí impresión, creo que los ejecutivos actuales no tienen más ideas o más herramientas de las que ya han utilizado hasta ahora.
Es más, yo diría que es menos que una aspirina, y hasta me da la impresión de que lo que se buscaba no era precisamente dejar felices a los exportadores.
Me explico: va a subir entre 35 a 40 pesos el combustible esta semana. Estas alzas sabemos son bruscas cuando sube el dólar; pero las bajas no existen, cuando baja el dólar.
Entonces, mientras todos miramos Magallanes y la escoba, por debajito y con la chiva de los exportadores, compramos dólares, subimos el valor de la divisa, y metemos líquido a ENAP que lo requiere con urgencia. Después, Magallanes se enfría, llegamos a un acuerdo, y nadie se dio cuenta.
¿Estaré viendo bajo el agua?