En Europa, particularmente Alemania, pueden opinar de Paulmann, Allende y Pinochet como les plazca, pero no deben llenarse la boca de la realidad interna de Chile con total autoridad, creo que cuando eso ocurre debemos ofuscarnos, lo demás es solo parte de la historia en la cual Pedro, Juan y Diego tienen derecho a omitir opiniones que les sean propias y de acuerdo a su conocimiento.
El artículo es objetivo y relativamente correcto, pero no es una afirmación ni una verdad absoluta, es solo una opinión en base a hechos concretos nada más, y las columnas son para ser leídas, atendidas, criticadas o alabadas segun la visión de cada cual.