De hecho, si pensamos en el fondo es una medida frente a la que los animalistas se le podrían tirar en contra. Ellos muchas veces sólo alimentan a los perros callejeros, pero tampoco se hacen cargo. Quedarán de manos cruzadas. Pero igual es cierto, si te haces cargo, te haces cargo. Es como los abuelitos, es fácil ir a darles desayuno debajo del puente para alivianar la consciencia, mientras que no les solucionas nada.
Agrego, claramente no son medidas de fondo, pero es un punto de partida.
En la Universidad de Santiago, en mis tiempos

, el 101% de los defensores de los perros y quienes también los alimentaban, jamás tuvieron como objetivo llevárselos. A lo más, buscarles un hogar.
Como les daban comida dentro del recinto se llenó de perros vagos. Hasta que ellos, obviamente haciendo caso a su instinto, comenzaron a defender su territorio. La primera matanza de perros vagos en mis tiempos fue porque ellos mordieron alumnos, profesores, guardias, y no dejaban tranquilas a las señoras que vaciaban los basureros. Y créanme, había amantes de los animales que evitaban ciertos pasillos porque eran 12, 15 perros allí asentados.
Alimentar sin responsabilidad es pésimo y estoy de acuerdo con ideas que mejoren. Pero multar a la gente de a pie en vez de diseñar una plataforma que
apoye a las organizaciones que les buscan casa, para mí es una tontera. A mi me gusta el sistema gringo. Se recogen perros, se les deja en caniles. Se les busca dueño, y luego de un tiempo si no pasa nada se sacrifican. Pero como eso requiere invertir dinero, y los políticos buscan ganar dinero, es mejor cobrar multas.