Al final los probé ambos.
El Fabia lo llevé por subida Alessandri, dando una vuelta por Sta. Julia y Sausalito. No es una ruta para probar piques, pero si para ver como anda la dirección, la suspensión y el pique en subida. Y puta el auto riiiiico (así, con la I arrastrada). Suave, cómodo, amplio, fácil de manejar. Y el motor lo encontré muy bueno, tira caleta desde bajas revoluciones. Cero dramas para arrancar en subida. El interior es sencillo, con plásticos duros pero bien armados, y el tablero es limpio, con los botones justos. Lo que si encontré es que al subir de velocidad se pasa harto ruido a la cabina. Y los asientos calefaccionados son la raja, me llegó a dar miedo de quedarme dormido mientras manejaba.
El Clio lo llevé por una ruta predeterminada de Derco: Colón, Av. Argentina, Santos Ossa, Noruega y vuelta, por Independencia. No se sintió lo chico del motor ni en el arranque ni en las subidas, incluso sin el turbo, pero es muy notoria la diferencia con el del Fabia. Es tanto o más suave de andar que el Skoda, y lo encontré un poco más ágil en las curvas. La transmisión la encontré más suave tb, lo malo es que sólo tiene 5a (el Fabia, 6a). El interior es más chico, y el tablero es más apelotonado (los botones del aire son enanos; la idea es que casi todos los comandos pasen por la pantalla táctil). Los plásticos, eso si, son mejores.
Al final, creo que con el dolor de mi alma, voy a ir por el Clio. Siendo mi primer auto y que llevo súper poco manejando, me acomoda más que tenga más asistencias al manejo. Pero puta, el Fabia es una joya. Si fuera mi segundo auto o llevara tiempo manejando, lo compraría de una. Ahora me da tirria pensar en las calles llenas de Accent, Yaris y Chevrolet pelados, y ver tan pocos Skodas.