De mi experiencia criado con abuelos, diría que ellos nos pueden enseñar muchísimo no sólo de sus vidas, sino más de algo sobre nosotros mismos.
La paradoja es que esta experiencia se transmite solamente, conviviendo con ellos y es a quienes se atreven a apoyarles con todas las incomodidades, que eso significa en nuestras vidas, a quienes transmiten incluso información útil para el futuro.
Es muy difícil que un anciano, no devuelva así la mano a quien está a su lado porque en realidad, aunque pierdan un tanto la orientación de dónde y con quién se encuentran, cuando la recuperan suelen ser muy lúcidos sobre quienes los rodean.
Y saben quién es quién, para apoyar a quién los apoya comprendiendo más sobre nosotros de lo que suponemos.
Tras esa mirada perdida, hay un ser que sólo quiere un poco de cariño y atenciones basicas, pero que siempre retribuirá a quién se sacrifica a su lado incluso aunque no tenga materialmente, con qué hacerlo.
Y en el caso de que sí lo puedan hacer materialmente, mi experiencia me enseña que tras los sacrificios que hayamos hecho por no disponer de nuestro tiempo, de nuestras vacaciones y de estar inevitablemente pendientes de ellos fuera de casa...
Aun así ellos sin que nos demos cuenta, nos han liberado de muchas dificultades en nuestra vida post partida de esta dimensión, de sus almas. Gracias por recordárnos esta realidad.