El único feliz con toda esa polémica barata, fue el gil del Louis de Grange (si el mismo HDP que nos webea para que usemos el transporte publico, pero que no se baja JAMAS de su amado Volvo S40), que cobró como loco honorarios por apariciones en cuanto programa, móvil y panel se le cruzara para hablar del desastre del Costanera Center.
Yo que paso a diario por ahí, no he notado NINGÚN cambio fuera de lo normal.