Son precisamente las últimas generaciones de padres que piensan como tú los culpables que desde hace años venga una camada de jóvenes irrespetuosos, apáticos e individualistas que no dudan un segundo en pegarle o agarrar a garabatos a un profesor, maltratar a sus pololas, tratar como las bolas a las nanas y mandar a la cresta a sus padres cuando se le da la gana. Es la típica parada de que "hay que dejar de que los niños fluyan", no se les puede levantar la voz ni menos castigarlos porque se trauman . 
Mi vida no la he preparado para tener una vejez que tenga que depender de mis hijos y hasta el momento tengo una excelente relación con ellos y jamás me han sacado en cara o reclamar por la forma en que los eduqué.
Cada cual tiene su manera y lo siento por el futuro que a ti te espera con tus hijos mientras mantengas esa postura tan light y probadamente inservible.
En este planteamiento estás profundamente equivocado:
Un niño que manifieste violencia contra sus pares, contra los profesores, etc. es porque fue criado con violencia.
Un niño que no tenga respeto por nadie, es porque se lo ha tratado sin respetarlo a el mismo.
Los niños no van a hacer nada más ni nada menos que lo que tu les enseñes en base al EJEMPLO, que no es solo la mejor forma de educar y transmitir valores, sino la única.
No se si tuviste amigos durante tu juventud, pero al menos lo que a mi me tocó ver es que mientras más estricto el ambiente en el que vivían los nenes, más locuras hacían fuera de casa. Menos sabían usar su libre albedrío y más cagadas se mandaban.
Si la disciplina no va de la mano con el amor, o incluso, si cualquier cosa que quieras transmitir o enseñar no tiene el amor como base fundamental, te aseguro que terminas criando monstruos.
Yo entiendo que es más fácil y cómodo un reto (violencia) que enseñar con paciencia (paz+ciencia) y amor, pero te aseguro que vale la pena el esfuerzo extra.