tata rommel..
yo se que tu eres un hombre educado y con válidos conocimientos de la vida, por ende debo creer lo que tu planteas, si esto que tu comentas respecto de tus sucesos son veridicos obviamente tengo que cambiar de opinion al respecto no obstante me dejo un poco de exceptisismo en el cuento.
muchas veces he escuchado de gente mas bien ignorante o de poca educacion cuando hablan de esas operaciones que hacen en los campos, en donde les sacan gusanos, pelos y cuanta wea a la gente de la guata, eso si que no lo creo nica..
Efectivamente este es un tema que siempre se ha asociado preferentemente a la gente de campo ya que no se puede negar que en esos sectores se dan mas estas prácticas pero ojo, la gente de campo no está compuesta solamente por huasos brutos o campesinos sin educación, no hay que pensar en el campo como el típico camino de tierra que transitas entre arboledas hasta llegar a la casa de una viejita que está calentando el mate en un anafre. Limache, Olmué y muchos pueblos y ciudades como esas, estan ubicadas en el centro del campo y eso necesariamente te obliga a conocer otras partes en las que estás en 5 minutos. En esos lugares tambien vive gente culta y preparada, que andan a caballo y tambien tienen sus 4x4 o Mercedes estacionados al costado de sus tremendas casonas, en las que conviven con jardineros, empleadas, campesinos y en general con la gente que les trabaja sus tierras. Cuando se presentan problemas que con todas las lucas del mundo el latifundista no puede solucionar , habiendo pasado por las mejores clínicas del país , con un hijo condenado a 6 meses de vida por una leucemia y viene un trabajador todo embarrado que sacándose la chupalla te saluda y te dice que te puede ayudar..con toda tu cultura, lujos y lucas ¿que le dices?
Lo que cualquier padre diría, bueno , lo que sea, nada se pierde a estas alturas y si te llevan junto a tu hijo a una casa como la que describí al principio, con una vieja como la describí al principio, entras con tu hijo a esa casa, lo acuestan, lo dejan en calzoncillos, le tiran humo en la cara proveniente de un puro mal oliente y de dudoso orígen , mas escupos de aguardiente y una serie de curiosidades chocantes para agregar, vuelves con tu hijo a la semana siguiente y la vieja vuelve a hacer lo mismo , pero esta vez la vieja termina desmayada y vomitando, luego te vas, con el tiempo tu hijo se va recuperando, está mas vivo y alegre, a los cuatro meses vas nuevamente a realizarle esos malditos exámenes a la clínica y YA NO TIENE LEUCEMIA. Hoy ese hijo ya tiene 26 años casado y con dos hijos y practica deportes como cualquier ser humano normal.
Este es uno de varios de los casos buenos, pero también hay varios de los malos.
Por cierto, ese cabro que se mejoró de la leucemia es un sobrino mío , hijo de una prima hermana a la que acompañé en esas dos oportunidades.