Lamentable lo de tu amigo, hace poco tuve que sacrificar a mi perro, su nombre era Othello y lo tuve por 10 años en mi casa, pero por su genética (eso me dijeron en el veterinario) enfermó de la columna y quedo postrado, desde ese momento hubo un cambio en su mirada, le hice un carro para que se moviera y no lo quiso, al final cuando vimos que se estaba haciendo heridas y que no controlaba su esfinter, decidimos dormirlo, hasta el momento ha sido una de las decisiones más difíciles, pero ya no era su vida.
Espero, que tu historia tenga un final feliz, saludos.