Excelente una medalla de oro para Kobrich.
Felicidades a sus padres por los millones invertidos, por el apoyo incondicional, por una madre que la esperaba en el aeropuerto con una maleta con ropa, por su entrenador que tuvo la vision suficiente para llevarla a entrenar a argentina.
No se que haria este país si los padres no creyeran en los sueños de sus hijos.
Gracias a los padres de Kobrich, Rivero, Gonzalez (2) y muchos otros que solo cerraron los ojos y pagaron por esos sueños.
CLAP, CLAP, CLAP, CLAP.
Nada de ADO, nada de asociaciones, SOLO FAMILIA