Sin desmerecer que supuestamente se crea una buena red de contactos, estos no siempre aseguran un buen pasar futuro, hay muchos supuestos que se van dando a través de los años, cuando metimos a los nuestros al colegio, lo que priorizamos fue la distancia de la casa al colegio, siempre vivimos en La Reina y yo estaba en los Maristas (no, no me violaron antes de que pregunten) y era un suplicio diario viajar en micro todos los días con lluvia cuando existían en Santiago o con calor, peleando con los chóferes porque no paraban o no te dejaban subir o después no te dejaban bajar porque no paraban (si ,así era en esos tiempos) envidiaba a mis compañeros que vivían cerca del colegio porque siempre se juntaban a hacer los trabajos o principalmente a jugar y yo no podía porque tenia que irme temprano, tampoco venían a mi casa porque decían que era muy lejos. Aun así nos seguimos juntando cada cierto tiempo a comer u otras actividades excepto con los que les hacíamos bullying que no nos quieren ver, porque pucha que eramos pesados.