Prefiero a un cura así, que se asume humano y calentón, a un Karadima que se hace el santo y anda agarrándole el paquete a los seminaristas. Alabo la sinceridad del cura este, aunque no comparto su reacción. Sin embargo es cosa suya a quien deja entrar o no a la parroquia, lo cual en realidad me importa un pepino.
Salud!! Ceacheí!! xD