Creo que la adoración a Dios pasa, entre otras cosas, por una presentación personal decorosa.
La mayoría se viste formal y con decoro para ceremonias, entrevistas de trabajo, para ir al trabajo, etc. y eso pasa porque existe un consenso que se trata de una forma de demostra respeto por uno mismo y por quienes vamos a ver o con quienes nos vamos a encontrar, o por el respeto reverente que la ocasión amerita.
El que puede vestirse adecuadamente y tiene conciencia de la ocasión y de las personas con quienes se verá, casi siempre lo hace, pero sin embargo muchos de ellos se molestan cuando le hablan de vestirse decorosamente para Dios. Con eso demuestran la importancia que le dan a Dios en su vida.
Entiendo perfectamente que un ateo no quiera vestirse decorosamente para Dios, ya que para él no existe. Tal vez hay mucho ateo que no reconoce serlo.