Vivo en el mismo mundo de todos, la diferencia es que me educaron de una forma más tolerante, jamás mis papas me hubiesen dicho dale veneno al perro o que los extranjeros no sirven para nada que se vayan del país.
Mi mama trabaja en pleno barrio Yungay, donde hay gran diversidad de nacionalidades.
Me parece más raro que acá el tema es con los "negros, peruanos y demases" y nadie habla de los rubiecitos, gringitos y otros.
Valoro más a un peruano o negro educado y honesto, que a un chileno picante y ladrón.