Me parece muy interesante el debate en este asunto.
Solamente quiero acotar a City que baje del mundo de Biltz y Pap y entienda que detrás de las salas cunas privadas siempre va a existir un fin de lucro. Las instituciones que prestan servicios profesionales, como es el caso de una sala cuna, van a ser creadas por personas que necesitan ganar un salario para vivir ergo tienen fines de lucro. Podrás maquillar e igualar costos con ingresos, pero al final del día el que trabaja va a recibir una remuneración. El dueño que funde una sala cuna al alero de una ley que genere demanda siempre va a tener fines de lucro.
No puedo entender el afán de la izquierda de que recursos publicos no puedan ser gastados en proveedores de servicio con fines de lucro, si al mismo tiempo el 99% de lo que compra el estado lo hace a proveedores comerciales. Un absurdo ideológico mas de quienes quieren hundir al país con principios comunistas archiconocidamente fracasados.
1.- Si lees bien, lo que diije es que si bien me gustaria que fuesen sin fines de lucro, podrian hacerse confines de lucro a fines de expandir la cobertura ya que los incentivos perversos que se refuerzan con el lucro no estan tan presentes en el mercado de las salas cunas.
2.- El fin de lucro no tiene que ver con que los que los que sean dueños de un establecimiento educacional tengan sueldo. Es relacionado a los fines de la institucion. Cuando hablamos de fin de lucro, es que hablamos de colegios entendidos como empresas que maximizan sus ganancias, no como comundiades educativas con determinados fines humanos y sociales. Y la razon de por que el lucro es mala idea en educacion no dervia de ningun ideologismo marxista trasnochado que rechaza la ganacia privada. Es mero análisis de los incentivos de mercado que se generan y que atentan contra los fines de la educación, que estan recontra-estudiados (y refrendados por organismos liberales como la OCDE) y que yo he comprobado en mi experiencia en el sistema escolar, ya sea como estudiante, que como profesor.
Asi que el argumento no es que este mal que privados ganen con plata del estado. Es que la educación no es como cualquier servicio o bien que el estado pueda comprarle a sus proveedores.
Te hago el análisis, que también te servirá para entender por que las salas cunas con fines de lucro podrian ser toleradas, como dije más arriba.
El modelo de educación de mercado parte de la siguiente asunción:
Si los padres tienen libertad de elegir las escuelas ( cosa que también puede ser justificado ideológicamente desde el liberalismo y que yo considero derecho fundamental), no solo se expandirá la oferta educativa y se establecerán diversidad de proyectos educativos adecuados a cada uno ( que es la gracia del sistema) sino que se crea un mercado competitivo de escuelas.
El dogma de mercado dice que los padres compararán escuelas y elegiran a la más adecuada. La competencia hará que solo las "mejores" escuelas, la que sean más eficientes y ofrezcan mejores resultados, serán las que sobrevivan, mejorando la calidad general del conjunto.
El lucro, como fin institucional, actúa como catalizador y reforzador de este supuesto proceso virtuoso. Si yo tengo una escuela "mejor" y "mas eficiente" a ojos del mercado, tendré más matrícula y por tanto más ganancias. Y como estamos en un paradigma de libertad de empresa, las escuelas pueden realizar todos los ajutes que deseen para perseguir sus fines.
Eso dice la teoria. El problema con la teoria, y de por que es nefasta en educación, es que el mercado educativo no es como el de los autos o los zapatos. Los padres tienen instrumentos limitados para determinar que escuela es "mejor" además de su afinidad ideológica con el proyecto educativo. Para eso, se ofrecen entonces los indicadores estandarizados de calidad: SIMCE y de manera más indirecta, PSU. Ofrecer resultados numéricos facilmente comparables.
Si el fin institucional es el lucro, lo que le interesará a la administración es maximizar sus indicadores competitivos, tal como hace cualquier empresa. Y ahí esta la falla. Las estrategias de maximizacion de indicadores competitivos no necesariamente ayudan al mejoramiento de la calidad educativa entendida en un sentido amplio, sino mas bien al contrario.
Una estrategia es la de orientar la educación al rendimiento en las pruebas estandarizadas. Entrenamos a los niños a dar pruebas, que solo representan una porción de lo que significa la educación, una porcion importante cierto, pero no unica. Y al tomar esa decisión, gastaste tiempo valioso que podria haber sido gastado en otras actividades de mayor impacto educativo. Al contrario de lo que dice la teoría, la gestión de las escuelas en mercados educativos estandarizados no favorece la innovación pedagógica, sino al contrario.
Otra estrategia es establecer mecanismos de selección. Si me quedo con estudiantes más capaces, con más capital cultural, me es mucho más facil ( y por tanto, barato) obtener buenos resultados en esas pruebas. Esta estudiado que el valor agregado educativo de las escuelas privadas, en relacion al capital cultural de sus estudiantes es bajo. Y eso se debe a que las pruebas estandarizadas que orientan el sistema no miden todo el abanico de las habilidades y saberes y su nivel es medio/bajo, no alto. En suma, el sistema no te incentiva a llevar a tus estudiantes al máximo, sino que a un nivel mediocre si es que esos ya tienen un capital cultural elevado ( y eso pdoria explicar por que nuestras escuelas de elite puntuan poco en relacion a las elites del mundo)
Otra estrategia es la del copago. Con copago, tengo más recursos para invertir en cosas que mejoren mi imagen de escuela, y puedo filtrar socialmente a mis estudiantes, lo que tambien mejora mi posicion de mercado, y como el capital cultural esta asociado tambien al estrato socioeconómico, también me sirve para obtener estudiantes mejores y mejroar mi puntuación con baja inversión
El resultado de todo eso es la segmentación del mercado educativo socialmente, tal como sabemos pasa en Chile. Y eso tiene impactos en la cultura cívica de los ciudadanos, en la cohesión social, el la desigualdad de oportunidades, entre otros.
Otra cosa que he visto en mi experiencia, es que las escuelas gestionadas de este modo tienden a preferir inversiones en cosas vistosas, como infraestructuras deportivas por ejemplo, que en mejorar las capacidades de su personal por ejemplo, o la contratación de personal de apoyo.
También el incentivo del lucro favorece la toma de decisiones laborales que atentan contra la calidad de la educación. Lo lógico sería que una escuela vaya creando un personal adecuado a su PEI y experto en la resolución de los problemas del contexto educativo en el que trabajan. Pues bien, como la estabilidad laboral sube los costos de las escuelas por los incentivos perversos del código del trabajo, las escuelas orientadas al lucro prefieren rotar a sus profesores ( y no me refiero a algunos, sino a la gran mayoria de su planta o toda incluso) para tener menores costos, que afiatar un equipo. No tengo datos para ver si el fin del lucro en las escuelas ha disminuido la inestabilidad laboral de los profesores o no, es muy pronto para decirlo, pero cuando yo busque trabajo en 2015, abundaban los contratos a plazo fijo y los colegios que renovaban su planta docente todos los años.
Y podria seguir citando ejemplos sobre por que el lucro en educacion es un motor de incentivos perversos que no favorecen en nada la calidad de la educación y que me ha tocado vivir en carne propia, a parte de leerlo en reportes de expertos nacionales e internacionales.
Ahora bien, hay que decir que no todas las escuelas se administran en base a rígidos principios de administración entendida como maxificación de utilidades. Muchas escuelas son administradas de tal manera de que simplemente sobrevivan en el mercado competitivo que hay y por lo mismo, la presión que sienten de no perder su alumnado y su sustentabilidad los hace tomar decisiones similares a las de las escuelas maximizadoras de ganacias.
Por lo mismo, la reforma que elminó el lucro, reemplazandolo solamente por un salario de administración que se lleva el sostenedor, en caso de que cumpla esas funciones, y quitó la selección y el copago cortó en buena medida los incentivos perversos de la competencia de mercado, pero no todos, eliminando el principal incentivo y los principales mecanismos distorsionadores del mercado.Pero aún pesan demasiado las pruebas estandarizadas en el sistema, forzando a las escuelas a enfocarse en ellas y aún existe parte de la presión de mercado que fuerza el cierre de escuelas.
Dada la lata, vamos al caso de las salas cunas.
El mercado de las salas cunas no tiene los mismos reguladores que el mercado escolar. No hay pruebas estandarizadas que midan la "calidad". No tiene sentido seleccionar a los estudiantes, porque son bebés que no pueden demostrar resultados académicos. Si podria haber incentivos a segmentar socialmente la oferta, ya que el cuidado de bebés de contextos vulnerables puede ser más complicado que el niños de contextos menos vulnerables, y por tanto más caro, pero el incentivo es menos fuerte que en el caso de las escuelas, porque los bebés no tienen gran diferenciación de conducta por estrato social. Este incentivo en todo caso, se va haciendo más fuerte a medida que los niños crecen. Con 4-5 años, ya se nota la diferencia. En cualquier caso, bastaría que no hubiese copago para evitar cualquier problema en este sentido.
En suma, no hay muchos atajos perversos que puedan tomarse para obtener ventajas comparativas en el mercado de las salas cunas y maximizar las ganacias, sino tal vez, el que se decida gastar en instalaciones y no en personal, o bien se realice una gestión draconiana del personal y de las actividades, reduciendo las oportunidades de estimulación temprana de los niños. No tengo claro en todo caso si una gestión de este tipo pueda aprovecharse de las opacidades de los mercados educativos, que no permiten notar al instante que educación es de calidad y que educación no lo es. Mi sensación es que algo tan fuerte no pasaría colado y que al contrario el mercado podría constituirse en un incentivo virtuoso a la innovación pedagógica en edad temprana, porque es algo que se puede "vender". Pero no sabemos en realidad que podría pasar.
En suma, soy un convencido que el fin de lucro es un elemento negativo en la constitución de sistemas escolares. Pero al mismo tiempo, pienso que como incentivo perverso, su impacto es mucho menor en las salas cunas que en otros mercados y por lo mismo podría ser tolerado. En cualquier caso si considero que podria encarnar riesgos que estaria biene studiar y evaluar con detención, ya que la educación parvularia es la base del sistema educativo y requiere gran inversión y atención.