Estoy de acuerdo en que lo principal para iniciar un proyecto de emprendimiento, o de innovación, son las ganas de hacerlo. Sin embargo, la sustentabilidad de dichos proyectos pasa necesariamente por la incorporación de conocimientos y estudios varios que la mayoría de Chile no tiene.
El 80% de las empresas muere dentro de los primeros años. Algunas logran sobrepasar la barrera de generar utilidades, otras ni siquiera llegan a esos dos años promedio. La responsabilidad de dichos fracasos está en la implementación de un plan de negocio y el desarrollo de estrategias poco robustas, y muchas veces por la incapacidad de generar una cualidad distintiva que genere valor.
Eso no ocurre porque la gente sea tonta, o floja, en buen chileno. Ocurre por la ignorancia de las personas que no han tenido nuestra educación, digamoslo como corresponde. Por eso, este tipo de emprendimiento no es para todos, como tampoco tan fácil como lo quieren graficar.