Si señores, con la nueva ley de inscripción automática y voto voluntario de seguro se nos viene la concerta de ladrones a reinar nuevamente....
Perfil del potencial nuevo elector: joven, con pocos estudios y de bajos ingresos
A contrarreloj el Senado despachó el martes pasado, después de 11 meses de tramitación, el proyecto de inscripción automática y voto voluntario, que incorporará a cerca de cinco millones de nuevos votantes.
Salvo ciertas votaciones divididas en torno a modificaciones secundarias, el articulado central de la iniciativa -considerada la reforma política más importante de la administración de Piñera- fue respaldado en forma unánime por la sala.
Con ello, pasó a la siguiente etapa legislativa. Ahora, la Cámara tiene la palabra en un tema que genera incertidumbre.
El proyecto es monitoreado de cerca por La Moneda y los partidos, que han encontrado en las bases de datos del Centro de Estudios Públicos (CEP) algunas luces del perfil del nuevo elector.
Un análisis realizado por el Ministerio Secretaría General de la Presidencia, sobre la información de la última encuesta junio-julio del CEP, indica que dentro del universo de ciudadanos no inscritos, un 79% corresponde a menores de 35 años.
Las conclusiones señalan que un 43% de los eventuales nuevos electores pertenece a los grupos socioeconómicos D/E, mientras que un 44% al C3. Los estratos más acomodados, C2 y ABC1, suman sólo un 13% dentro del total de no inscritos. Pese a ello, la mayoría tiene vivienda propia (58%) o arrendada (30%).
En el ámbito educacional, un 39,2% no tiene estudios o no alcanzó a terminar la escolaridad básica o media. Un 32,8%, en tanto, exhibe su cartón de educación media completa. Sólo el 28% restante tiene más de 13 años de estudio con enseñanza técnica, universitaria y posgrados.
En materia de estado civil, el grueso, un 72,9%, es soltero y un 19,8% está casado.
En cuanto al punto de vista político, la mayoría -un 51%- se define independiente. El resto de ellos se divide equitativamente entre centro, izquierda y derecha.
El 65,4% de los no inscritos, en tanto, se concentra en el centro del país, mientras que la zona norte reúne a 10,2%, y la sur, cerca del 24,4%.
Pasos legislativos
El dilema para la Cámara no será fácil: aprobar rápidamente la ley para implementar el nuevo sistema en las elecciones municipales de 2012, o bien, introducir cambios que obligarían a aplazar el mecanismo para las parlamentarias y presidenciales del 2013.
La propia reforma fija como plazo el 30 de noviembre (330 días antes de las municipales) como límite prudencial para iniciar el proceso de incorporación de ciudadanos no inscritos al padrón electoral.
Aunque la reforma surgió como un acuerdo de los partidos para sintonizar con la ciudadanía, el tema inquieta en el mundo político. Por eso, algunos analistas sostienen que es mejor probar con una suerte de ensayo en las municipales y no hacer debutar "a ciegas" el sistema en una contienda parlamentaria y presidencial.
¿La razón? Según señalan en el gobierno y en los partidos, hasta la fecha no hay datos exactos de cuántos serán los nuevos electores. Esa información sólo se conocerá cuando el Servicio Electoral termine de cruzar sus listados con datos del Registro Civil.
Por mientras, sólo existen encuestas y estimaciones sobre la base de tasas de natalidad y otras variables. Y si a eso se le suma que el sufragio ya no será obligatorio, para algunos políticos la próxima elección será algo parecido a una "ruleta rusa".
Si bien hay voces serenas que indican que el electorado no variará sus preferencias, también hay otras más catastrofistas, que sostienen que los partidos más tradicionales verían "pulverizada" su representación.
