La cagada no la está dejando la presidenta, sino que la plaga de comunachos resentidos y soberbios que se apitutaron en el barco pirata bautizado como "nueva mayoría".
Los más sensatos del barco ya han reculado bastante, pero la tripulación de rojos fanáticos mas los apitutados en los cargos son muchos, y ellos son los que dirigen el timón del barco, no la presidenta ni los capitanes.