Pues no Alfredo, la cotización era del 20% total. La única diferencia era que era como se distribuía dicho aporte que fluctuaba entre el 1 al 2 por ciento para el fondo de desahucio y el resto, hasta completar el 20%, para el fondo general de pensiones.
Las cajas desarrollaron fuertes acciones en proyectos inmobiliarios (gran parte de los edificios del centro de Santiago eran de propiedad de la caja de Empleados Particulares) y que los aportantes podían optar a préstamos, tanto de auxilio como hipotecarios. Siempre invirtieron en Chile.
El grave problema de las cajas se produjo porque una parte importante de los fondos previsionales, en especial de la Caja de Empleados Públicos y Periodistas, fueron utilizados por el Estado dado que no existía en ese tiempo un mercado de capitales.
Otra diferencia son las pensiones, lo que se puede apreciar con el ejemplo que entregué. Hoy percibo una pensión del orden del 350% de la que recibe mi colega Pablo que se pensionó con el nuevo sistema. Reconozco es que no existían cuentas individuales, el sistema era solidario pero garantizaba una pensión que era un porcentaje, generalmente entre el 60 al 80 por ciento del promedio de la remuneración de las últimas 30 o 36 remuneraciones mensuales.
Por su parte, las AFPs están diseñadas desde sus inicios para financiar empresas de los grandes grupos económicos. El sistema era hasta hace algunos años que un grupo económico chileno creaba una AFP, que financiaba a bajo costo a empresas de grupos relacionados, directa o indirectamente, mediante la inversión en bonos de esas empresas que pagaban intereses muy menores a los que existían en el mercado. Posteriormente las AFPs iniciaron la compra de acciones, en teoría pasaron a ser "dueñas" de parte de las empresas pero los directores que elegían casualmente eran representantes de las mismas empresas o de los dueños de las AFPs, sin ningún representante de los verdaderos dueños, los trabajadores que ponían los reales. Después las AFPs inician las inversiones en fondos de grandes empresa y/o fondos de inversión extranjeros. Que paradoja, los empleados y obreros chilenos financiando los fondos mutuos y la gran empresa y el capital extranjero.
En esa perspectiva y antes el grueso monto de los recursos administrados, las grandes fondos de inversión extranjeros pasan ahora a ser dueños de las AFPs, cuidando de esa forma sus propias fuentes de financiamiento.
El esquema era y es igual que las Universidades. Empresarios chilenos muy solventes inician un negocio que una vez muy bien engordado lo traspasan con grandes utilidades a inversionistas extranjeros. Después buscan otro nicho para el negocito. Somos muy giles los chilenos a pata pelada o ¿muy vivarachos los autores del sistema?
El sistema se sostenía y existen estudios muy serios que así lo indican, sólo hay que quitarle el tinte ideológico.