Los colectivos elijen vestir de blanco

El transporte menor está en una fase de modernización, donde el cambio de apariencia es sólo la primera parte de un trabajo que aspira a entregar un mejor servicio y obtener significativos ahorros, especialmente, de combustible
El negocio de los colectivos es una actividad que, al mes, mueve alrededor de 2 mil millones de pesos sólo en la región, siendo uno de los rubros más relevantes en la economía local. Hoy el eterno circular de estos vehículos por las calles se realiza de manera tranquila, pero no siempre fue así, ni tampoco significa que no vendrán cambios en el sector.
Hace dos años los llamados colectiveros marcharon por las calles de La Serena con una serie de exigencias, especialmente, la renuncia de la seremi de Transportes de esa época, Claudia Bravo. De a poco se fueron aquietando las aguas, llego el cambio de gobierno y con ello una nueva disposición de los gremios para trabajar con las autoridades.
Fruto de esta relación, dentro de unos meses se verá una transformación definitiva, tanto en la manera en la cual se maneja el negocio, como también en la apariencia de estos transportes, ya que del negro pasarán a colores más cálidos, donde el blanco será el dominante.
UN NUEVO LOOK
Para los empresarios y los trabajadores, el cambio en el color de estos transportes era un antiguo anhelo. Manuel Correa, presidente del Consejo del Transporte Menor de La Serena, sostiene que es sabido que el negro absorbe la radiación solar y, por ende, aumenta la temperatura, por ello durante los veranos o días de mucho sol, el estar todo el día dentro de un vehículo de color oscuro es muy desagradable e, incluso, señala que es perjudicial para la salud. “El conductor se deshidrata y eso es peligroso”, indicó.
Javier Plaza, presidente de la Línea 21 de Tierras Blancas, quien representa a unos 800 colectiveros independientes, aseveró que existen muchos estudios que demuestran que los automóviles pintados con colores oscuros resultan ser perjudiciales para la salud tanto del conductor, como también para los usuarios, especialmente en verano, cuando crece el parque automotor por la llegada de los turistas y sube la temperatura ambiente.
Esta iniciativa, que se materializará en los próximos meses, de acuerdo al seremi de Transportes, Juan Manuel Fuenzalida, implicaría una inversión cercana a los 1.600 millones de pesos, dinero que sería aportado a la Región de Coquimbo por el gobierno como una manera de compensar el gasto realizado por el Transantiago.
Correa opina que el negro, además, produce “estrés” y “deprime”, situaciones que se quieren eliminar, pero también reconoce que esta nueva apariencia también es un aporte al desarrollo turístico de la región, ya que contribuye en la búsqueda de una identidad propia.
“Estamos buscando a través de estos diseños poner una marca, una imagen corporativa que nos identifique”, opina.
Manuel Letelier, presidente de la Federación del Transporte Menor de Coquimbo, considera que esta nueva imagen no es únicamente un pintado más del auto, sino que les abre un nuevo horizonte, donde se mejora la dignidad del conductor, como también de los propietarios.
“Debemos comenzar a pensar en nuestra gente, en el futuro de cada uno de ellos”, expresó como una forma de graficar la importancia que le da a la alianza que han formado con el resto de los gremios del sector y que posibilita esta iniciativa.
PERIODO DE VOTACIÓN
Juan Manuel Fuenzalida manifestó que gracias a la ayuda del senador Gonzalo Uriarte se logró la aprobación del proyecto por parte de la Subsecretaría de Transportes. Con este visto bueno, precisó el personero público, se invitó a los diferentes gremios para que presentaran sus propuestas de diseño antes del 2 de mayo pasado, quedando 4 seleccionadas.
Aún no está definido el nuevo look que tendrán los colectivos, ya que está en marcha un proceso para seleccionar la mejor apariencia, en el cual participarán, además de los dueños de las máquinas y los conductores, la ciudadanía y los representantes de gobierno. “Queremos que en esta selección no sólo sea la autoridad o los gremios quienes se impongan, sino que participen todos los sectores”, opinó Fuenzalida.
El 5 de junio vence el plazo para que cada línea vote por su propuesta preferida. En paralelo, para que la comunidad entregue su elección, el martes y jueves de esta semana se instalará un módulo en la plaza de Armas de La Serena y el miércoles y el viernes en la de Coquimbo. Estos lugares de votación estarán ubicados desde las 09:30 hasta las 14:00 horas.
La encuesta también circulará entre los colectivos, para que los usuarios den su pronunciamiento.
Para elegir el mejor diseño, se aplicará una regla. El 45% de la ponderación será para los propietarios de las máquinas, el 30 para los conductores, un 20 para la ciudadanía y el porcentaje restante para la seremía de Transportes.
En suma, este año se espera tener pintados con esta misma imagen a todos los colectivos de la conurbación La Serena – Coquimbo, mientras que para el 2012 le tocará el turno a los vehículos del resto de la región.
CONVERSACIONES SOBRE RUEDAS
Manuel Correa explica que hoy se ha posibilitado la creación de una mesa de trabajo en la cual están representados la mayor parte de los colectiveros de la región. En esta instancia están participando el Consejo comunal, la Federación de Transporte Menor de Coquimbo y los microempresarios del sector que se declaran independientes, organizaciones que en conjunto suman unos 3.000 mil automóviles.
“Estamos representando más del 80 por ciento de los colectivos que hay en la región”, opinó el dirigente.
Esta instancia, sin embargo, no se creó sólo para cambiarle de color a los colectivos, sino que apunta a modernizar el negocio, transformándolo desde el estado artesanal en el que se encuentra a uno más eficiente.
Correa explica que el trabajo parte dándole una nueva apariencia a “su herramienta de trabajo”, pero que ahora sigue capacitar al conductor, educar al usuario y mejorar los recorridos. “Queremos ofrecer un servicio de calidad”, señaló, donde se conjugan elementos como la rapidez, la comodidad y la frecuencia, todo acompañado a un aspecto relevante para los miles de usuario, que es la eventual rebaja de las tarifas.
Juan Manuel Fuenzalida asevera que esta mesa de trabajo tiene carácter de “resolutiva”, lo que quiere decir que bajo su alero se confeccionan iniciativas como el cambio de color de los vehículos, pero también otras que van en la línea de la “profesionalización” del rubro.
El personero de gobienro acota que queda en carpeta el desarrollo de un proyecto para analizar la estructura de costos de estos microempresarios, lo que permitiría mantener las tarifas y modernizar la manera en la cual se administra este negocio. “La idea es que cambiemos el concepto de colectiveros al de microempresarios del transporte menor y para eso hay que profesionalizar”, indicó.
Manuel Letelier expresa que esta alianza conseguida debió haberse producido hace mucho tiempo y comparte lo aseverado por Fuenzalida en cuanto a la necesidad de modernizar al sector. “Todo lo que es avance, en todo tipo de cosas, es bueno”, considera el dirigente.
Quien también aplaude este acercamiento es Javier Plaza, quien reconoce que si se mejoran los recorridos, por ejemplo, se reducirían los tiempos de traslado, lo que implica un ahorro de combustible y otros insumos. De igual manera, precisa que al final todos estos cambios tienen como finalidad hacer un viaje más grato y rápido, es decir, se mejora el servicio.
Si este “enchulamiento” de los colectivos tiene buenos resultados, la autoridad respectiva ya ha señalado que podría replicarse este modelo en otras regiones del país, ante lo cual la iniciativa se constituye como un nuevo proyecto piloto, algo que llena de orgullo al gremio.