Existe la idea que la línea roja del tacómetro es un límite exacto, y si uno se mantiene bajo este límite aunque sea por pocas RPM el motor no tiene problema alguno y que si se pasa de este, aunque sea poco, el motor sufrirá daños severos.
En realidad, no es tan así. Como en muchas cosas, existe un asunto de gradualidad. Los diseñadores pusieron este límite porque varios parámetros del motor (fuerzas, velocidades, esfuerzos, flujo, etc) alcanzan valores cercanos a los críticos, pero no olvidemos que en todo diseño siempre hay inexactitudes, por lo cual se aplican factores de seguridad y es muy probable que esta línea los incluya. Por esta razón es muy posible que un motor en perfecto estado no se dañe perceptiblemente al sobrepasar algo este límite.
No obstante, debe tenerse en cuenta que el llegar a la línea roja de todos modos es una situación exigida para muchas partes del motor (no en vano se incluye el corte de inyección por RPM como protección) de manera que es posible que un motor que no esté en muy buenas condiciones, que tenga alguna pequeña falla de fabricación o en el que se junten varias circunstancias adversas, si resulte dañado incluso sin alcanzar la línea roja del tacómetro.
Recuerdo un caso que se discutió en que un Toyota dentro de la garantía que aceleró a altas RPM, sin alcanzar la línea roja, resultó dañado porque las válvulas golpearon los pistones (sin haberse cortado la correa). Lo que aparentemente sucedió es que a altas RPM las válvulas, por inercia, dejaron de seguir adecuadamente a las levas (flotaron) y ocurrió el problema. Probablemente los resortes de las válvulas tenían una dureza algo inferior a la necesaria y aunque esto no producía ningún problema en uso "normal", si lo produjo al aumentar mucho las RPM. No recuerdo bien en que terminó el litigio con la Toyota, pero estaban muy reticentes a pagar.