En mi trabajo tengo la ocasión de manejar el Primera GX 2002 automático de uno de mis jefes varias veces por semana, y la verdad me encanta como responde el auto a la presión del pie derecho, pero es muy áspero, se siente todo lo que pisa, cualquier imperfección, mucho más que en mi Loyale, y el interior la verdad es que es que no destaca por sobre otros de la categoría.