Los autos de gama bien alta se reconstruyen. El Ferrari que chocó Arturo Vidal lo cachurié porque lo compró un conocido, lo tuvo meses en el taller propio donde restaura sus autos, lo mandó a reconstruir a Italia, quedó nuevo y hace tiempo que circula en Chile, y por mucho menos plata que el mismo nuevo. (Cuando chocó no tenía patente aún).