Ya, vámonos por las cosas mas peludas y turbias en la compra de un usado.
Revisar las placas de identificación de la carrocería y del motor, que no estén “trabajadas” o que los números sean de golpe, pueden haber cambiado la placa del VIN y el motor después de esmerilar el número lo marcan de nuevo.
Revisar el chassis por abajo por si tiene arrugas, lo normal es que se repare muy bien por encima, pero por debajo queden las arrugas a la vista.
Revisar el aceite y los líquidos del auto, recuerden que a las cajas de cambio y a los diferenciales le echan aserrín para que no zumben, a los motores les echan plátano para que el aceite quede más espeso.
Revisar los neumáticos por dentro, normalmente los dan vuelta para que la cara exterior, cuenteada, gastada, asoleada y ahuevada queda para adentro.
Comparen el estado de las patentes con el estado de los parachoques, patente deforme, parachoques sano….CAMBIARON EL PARACHOQUE.
Levanten las gomas de puerta, parabrisa y todas aquellas que puedan tener restos o muestra de que fue repintado.
Revisen los airbag, si o si.
Y aunque no lo crean, fíjense si el vendedor SIEMPRE trata de ocultarte algún lado del auto o siempre se para en un solo lado… de seguro detrás fue reparado.
Si me acuerdo de algo más les cuento.