Hola a todos,
El cuento fue más o menos así: estaba viendo autos (ninguna novedad), cuando me topé con un renault laguna 2.0T del 2011, único dueño, que se veía interesante. Había visto el modelo en la calle un par de veces y me gustó el diseño. No es muy común y menos en el motor 2.0 turbo.
Bueno, el auto estaba en Algarrobo. Lo fui a ver un fin de semana, aprovechando de ir con la family a pasear. El auto estaba bien dejado a su suerte, parado hace un tiempo por problemas de salud del dueño (85 años app). Se veía bien, con algunas piezas repintadas, pero sano. Con 56.000KM originales, incluso con las coberturas de plástico en los cinturones de los asientos traseros. Mantenciones en Aspillaga de viña cada 10.000, pero aparentemente solo aceite y filtros.
Como no estaba desesperado viendo autos y no tenía tantas ganas de cambiar el Accord, hice una oferta bastante baja que, para mis sorpresa, fue aceptada. Así que sumí el riesgo y partimos, un par de días después, a hacer la transferencia.
Lo manejé a Santiago directo al taller. Cambio de aceite, filtros, bujías, pastillas delanteras y refrigerante. Por mientras, publiqué el Honda que, también para mi sorpresa, se vendió en una semana. Tenía sentimientos encontrados con vender el Honda pues lo encuentro un auto notable por el precio. Te subes y da confianza de que no fallará. Un auto muy fiable y cómodo.
Bueno, recién la semana pasada manejé un poco más el Laguna- hecho en Francia por cierto- y ayer fui a Viña con mi familia. A continuación algunas impresiones:
Mecánicamente es un motor 2.0 turbo (F4rt) con 170hp (no muchos para la cilindrada) y 270Nm de torque. Trae una caja JATCO, japonesa, de 6 marchas, con modo manual.
En el ítem de seguridad, trae 6 airbags, ESP, ABS con EBD y discos en las cuatro ruedas.
En el ítem confort, trae asientos de cuero calefactables y eléctricos; doble techo panorámico; sensores retroceso; luces de xenon; neblineros; volante regulable en altura y profundidad; freno mano eléctrico; control crucero y limitador de velocidad; llantas de 17 pulgadas; cortinillas traseras; entre otras cosas.
Otros: bluetooth; entrada auxiliar; varios parlantes; computador a bordo con indicadores varios.
Comportamiento: no sé si es mi ignorancia con motores turbo, pero tiene las siguientes particularidades: en régimen medio anda la raja. No se necesita acelerar mucho y sale con fuerza. Se siente como tira en ciudad a partir de las 2.000 RPM y hasta las 4.500. De ahí no anda mucho más. En carretera me pasa que, cuando quiero adelantar (80-120 por ej.,) no lo siento tan ágil. Es más, creo que el kick down de la caja lo hacía mejor el Honda. De todas maneras, ayer, cuando volví de Viña, caché cuando aceleraba a fondo que al pedal le quedaba todavía un espacio (como un fondo esponjoso). Si apretaba con fuerza, ahí sí bajaba marchas y salía mejor. Por otro lado, en las subidas extensas es increíble como no necesita bajar de marchas, como sí lo necesitaba el Honda.
La caja la encuentro notable. Pasa las marchas en forma suave y rápida. Mucho más rápida que la del Honda.
Rendimiento de ayer fue de 13km/lt según el computador, pero apurándolo. A 120 va a 2.400 r.p.m. Sí es notable cómo los consumos de los motores turbo son mucho más sensibles al pie del acelerador.
Las suspensiones son cómodas. No blanda como pensaba. De todas formas me parece que el Honda andaba más aplomado y la dirección era más precisa.
La del Laguna, eléctrica, es súper cómoda y ligera en ciudad, pero a mí me gusta más que transmitan lo que hay debajo. Es un auto silencioso, pero diría que se cuela un poco de ruido de rodadura desde la cajuela. Posiblemente por ser liftback, hay más ruido proveniente de allí.
En fin, creo que fue un buen cambio en términos de que subí 5 años y bajé la mitad del kilometraje, y además gané algunas cosas de tecnología y confort; todo por una pequeña diferencia de precio. Claro está, pasar de un japonés a un francés tiene sus riesgos, pero creo que valía la pena correrlos.
Les dejo algunas fotos.










