Esta más que claro.
El tema partió porque de acuerdo a mi información -que conste, no es la verdad absoluta en ningún caso- Chile estaba en pésimas condiciones en términos de material bélico, para la cuasi guerra con Argentina, al punto que se puso en duda una eventual victoria.
No tienen que olvidar por ningún momento por favor, que Argentina en su buen momento fue una pseudo potencia mundial, con uno de los ejércitos más poderosos del contienente. Chile siempre tuvo que ir detrás de todos sus vecinos, hasta el día de hoy que estamos bastante mejor, y he ahí el orgullo y la levantá de raja de nuestra gente, que fundamento tiene para ser así.
Entonces, el mito urbano propagado entre la gente -recordemos que la propaganda es esencial en una guerra- fue que en dos días estábamos comiendo en la Casa Rosada. Que las tropas estaban listas para volar toda la armada Argentina, y que los cuerpos de eskí estaban a un tic de lanzarse y conquistar territorio enemigo. Lo que yo indico es que no pongo en duda ni por un segundo el valor de los soldados chilenos, y su profesionalismo. Pero con menos balas, menos tanques, menos misiles no se puede, menos en inferioridad numérica. No se puede volar todos los barcos del enemigo con buzos, sino EE.UU. estaría entrenando sólo buzos, y no tendría una de las flotas más grandes del planeta.
Habríamos tenido victorias, y la guerra habría sido muy, muy sangrienta. Pero ni por lejos teníamos ninguna victoria asegurada, al contrario. El embargo de EE.UU. pegó en un mal momento, como es costumbre de los gringos.
Recordemos aunque nos duela, que la Guerra del Pacífico no se decidió sólo por el valor de Prat, sino también por la estupidez del Capitán de Fragata de la Independencia que perdió uno de los barcos más poderosos del conflicto en una tontera. Si no hubiese pasado así, el sacrificio de Prat habría sido futil, y por mucho tesón de nuestros soldados, sin abastecimiento de agua -por puertos bloqueados o destruidos por la flota del Perú- podríamos haber perdido.