En mi opinión da lo mismo quien redacte la Constitución, por lo tanto, la alternativa sería un texto distinto que sepa materializar las peticiones y necesidades de la mayoría de los chilenos -No de grupos-, sin privilegios, claro, armónico y ajustado a la realidad.
Debe ser la base de nuestro ordenamiento jurídico.
No creo que cueste tanto porque la actual Constitución no es mala, hay una base. Eliminar y agregar lo necesario para que se termine entregando un texto que incluya lo señalado en el párrafo anterior.
Aquellos que están por el rechazo podrían presentar la alternativa a la ciudadanía perfectamente pero no lo hacen…
Estoy de acuerdo contigo en el fondo, pero no en la forma. Para mì, si importa quien redacte la constitución. Quiero que el texto sea sólido, de calidad y ajustado a como funciona el mundo y la realidad del país. Para ello, lo mejor es que lo hagan profesionales y se someta al escrutinio polìtico y no al revés como es hoy. Donde se redacta lo que cada uno quiere y de forma técnicamente inconsistente e irreal.
Lo veo parecido a generar un producto en una empresa. Hecho por expertos en su área y que finalmente el mercado premia o castiga con la "compra". Lo que se está haciendo aquí es al revés. Cada uno inventa el producto en un mundo irreal basado en ideologías o intereses y el resultado es lo que estamos viendo.
Para ponerlo como ejemplo de por qué no funciona el modelo: Es como que una comisión decrete que a partir de mañana todos los ciudadanos deben desplazarse volando a sus trabajos. No tienen idea como se logra eso o si es posible técnicamente o prácticamente, ni las consecuencias que eso puede generar (por ejemplo, que la gente choque en el cielo, se caiga y muera). Lo mismo están haciendo con los artículos aprobados para salud, educación, minería, medio ambiente y pensiones (por nombrar algunos temas ampliamente conocidos). Son puros manifiestos ideológicos desconectados de la realidad del país, la ciencia y la técnica. En su mayoría nivelan hacia abajo (como en el caso de la Salud en donde quieren forzar a que toda la gente esté en el sistema público, en vez de mirar la realidad, que indica que el sistema privado es muy superior) o adoptan políticas ampliamente fracasadas a nivel mundial. Se comportan como fanáticos religiosos.
Es para la risa como son. Ayer en la mañana en la radio Infinita estuvo Carlos Ominami, en la conversación, reconoce que la constitucion que se está escribiendo es un desastre, de hecho enumera punto por punto cada uno de los temas que están mal. No obstante, como es hecha por gente con las mismas ideologías que a él le gustan, declara "que la única alternativa viable para el país es el Apruebo" y que "hay que aprobar de todas formas". Eso es un fanático religioso, no es un ser pensante. No le interesan las consecuencias que tiene que se apruebe el texto como está. Solo le interesa que el texto refleje su ideología.