La gente considera transversalmente un avance, que dirigentes estudiantiles vayan ahora a ocupar espacios en el congreso chileno.
Eso es visto como parte de los cambios que están operando en Chile.
Un dirigente puede pasar de la mera manifestación, a ocupar espacios políticos porque es su carrera política la que está desarrollando.
Y quién finalmente lo pone en el congreso no es el partido X, sino el que vota por el candidato del partido X (el dirigente estudiantil).
O sea la gallá, "el pueblo", "la gente", "la civilidad", "la ciudadanía", etc.etc.
Eso es representación política, que los que estén adentro del congreso tengan algún grado de aprobación medible, de los que están afuera.
Más allá de si tiene un partido que lo respalde, que en Chile sin partido los movimientos valen Agaricus campestris por falta de legislación, sobre participación ciudadana.
Eso vale para todos, no hay organización social que plantée una crítica a todos los dirigentes que están buscando ahora, integrarse al nivel político porque justamente la lucha se está dando ahí en el nivel del poder político.
El mejor favor al sistema es quedarse sólo en la calle, y salir sólo el día y la hora de la manifestación.