Somos un pais chico, con consumidores de bajo poder adquisitivo y desinformados, nuestros vinos son homogeneos, una imitación poco feliz de los vinos de Bordeaux, con algunas honrosas excepciones al alcance de pocos, y cuyo valor agregado pasa por barricas de robles donde meó Luis XIV o si tiene sabor a roble o raulí(el vino debe tener sabor a fruta principalmente).
Lamentablemente hay muy poca oferta de vino extranjero, antes el Jumbo traia unos vinos italianos maravillosos, me imagino que ante la poca respuesta dejaron de traerlos, ese es el karma de ser un mercado chico y con mucha oferta local.